Propósitos (de verdad) de año nuevo

Estos son los que sí puedes cumplir...

Gente cruzando la calle
Gente cruzando la calle / bee32

Ya, ya, ya sabemos que todos los años es igual: ¿cuántos artículos has leído para motivarte y, esta vez sí, cumplir tus propósitos de año nuevo? Nosotros, porque nos hemos leído todo internet, muchos. Pero como también sabemos que al final lo imposible es cumplirnos, este año hemos pensado revolucionarlo todo...

¡Propósitos que sí vas a cumplir!

Prometido, que vienen con solución incluida...

Encontrar pareja (ahora sí que sí)

Si eres de las que piensa que lo de sofá, peli, mantita sola tiene gracia hasta que te has visto 'The Holidays' quince veces tú sola y que lo que tu corazón te pide es encontrar a Jude Law con gafitas... Es el momento de buscar churri. Lo que necesitas lo decides tú y dónde buscarlo te lo contamos nosotras: en Adopta un tío, que para eso es la app de dating número uno.

Dejar el azúcar

De todas las cosas que puedes hacer por tu salud, esta es la más fácil (y, por qué no decirlo, la que está más de moda). Solo tienes que alejarte todo lo que puedas de la sección de productos precocinados y olvidarte de comprar cosas que tengan más de cinco ingredientes (más o menos, como regla básica). Únete al movimiento 'realfooding' y no te sentirás sola.

Andar

Andar es gratis. Andar es deporte (llámalo 'power walking' y tus amigos los 'runners' te tendrán algo de respeto). Andar es buenísimo para ti. Ante la duda, si un trayecto en tu transporte habitual (público o privado) te lleva solo 15 minutos menos de lo que tardarías andando (utiliza Google Maps para saberlo), lo tienes claro: a pata. Eso o quedar para andar, que es muy de señora pero si lo combinas con la típica quedada de cañas es el equilibrio perfecto.

Gastar menos

Ya, y empezando el año con rebajas. ¡Sí, claro! A ver, esto no va a ser fácil, pero en la redacción de Cuore hemos testado varias técnicas: por ejemplo, dejar una prenda en el carrito online durante una semana; si pasados esos días la seguimos deseando (y sigue estando disponible), es que quizá deba pasar a nuestro armario. Si no, era el destino. Otra: comprobar si hay descuentos para esa compra. Si no hay, es que hay que esperar un momento mejor. Por último, someter la compra a votación: como nos gusta poco trabajar, solemos consultarnos las compras... Si no hay mayoría positiva, se queda, de momento, en el limbo de las cosas no compradas.

Reír más

Desde luego, eso leyendo Cuore lo tienes asegurado, así que ¡feliz año de risas!

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